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Anestesia Epidural

Anestesia epidural

Esta página, creada por profesionales de la salud y la anestesiología, se hace con el fin de brindar orientación e información a todas las personas (principalmente público general y mujeres embarazadas) que deseen informarse sobre todos los aspectos relevantes relacionados con esta técnica. Su contenido no constituye una guía de tratamiento y en ningún momento reemplaza la opinión y valoración directa de un profesional de la salud.

Aquí encontrarás información relacionada con la realización de la técnica, las indicaciones, contraindicaciones, riesgos, complicaciones, alternativas de analgesia para mujeres en trabajo de parto, uso en situaciones especiales, etc. Aprenderás aspectos médicos relevantes relacionados con esta técnica, en un lenguaje comprensible y mucho más.

¿En qué consiste la anestesia epidural?

Denominada comúnmente como “la epidural, bloqueo epidural o peridural”, es una técnica anestésica con la que se logra administrar diferentes fármacos, anestésicos locales y otras sustancias en el espacio epidural, con el fin de obtener analgesia (alivio del dolor antes, durante o después de intervenciones quirúrgicas o durante el trabajo de parto) o para producir anestesia (ausencia completa de sensibilidad) y facilitar la realización de diferentes procedimientos médicos o intervenciones quirúrgicas, incluyendo las cesáreas.

En ocasiones especiales, además del alivio del dolor también se usa por los efectos vasodilatadores (dilatación de los vasos sanguíneos, principalmente de los miembros inferiores), que tiene y así favorecer la correcta irrigación sanguínea y oxigenación de tejidos con riesgo de presentar isquemia (disminución de la perfusión sanguínea y por lo tanto del aporte de oxígeno).

Generalidades.

La técnicas de anestesia neuroaxial consisten en la administración de anestésicos locales y otros fármacos en el neuroeje, es decir, la columna vertebral. Dependiendo del lugar en el que se administren estos fármacos respecto a las diferentes meninges (capas de tejido conectivo que protegen el cerebro y la médula espinal) y la altura a la que se realice la técnica, reciben diferentes denominaciones:

Anestesia neuroaxial intradural.

En esta técnica los medicamentos se aplican en el espacio intradural o subaracnoideo, que es donde se encuentra el líquido cefalorraquídeo (LCR).

Anestesia neuroaxial epidural.

La administración de fármacos se realiza por encima de la duramadre (la meninge más externa y rígida), en un espacio virtual que se denomina, espacio epidural.

Según la altura: la analgesia epidural se puede realizar a lo largo de toda la columna vertebral, recibiendo diferentes nombres de acuerdo al nivel en el que se realiza: epidural cervical (entre las vértebras del cuello), epidural torácica (entre las vértebras que van desde el tórax hasta la región lumbar) y epidural lumbar (esta es la que se realiza normalmente en las mujeres embarazadas, en la región lumbar, la zona más baja de la espalda).

Las técnicas torácicas y lumbares son las que más se usan en la práctica clínica y las técnicas cervicales se usan ampliamente en unidades de dolor crónico.

Aclaración de términos. Epidural Vs. Raquídea o Intradural.

Aunque muchas personas pueden confundir los nombres de estas técnicas o pensar que son sinónimos, en realidad hay claras diferencias entre ellas y los anestesiólogos tienen varios criterios para elegir una técnica u otra. Veamos en qué consisten.

Mientras que la técnica epidural se puede realizar a cualquier nivel de la columna vertebral, desde el cuello hasta las región lumbar, las técnicas intradurales únicamente se pueden realizar a nivel lumbar.

En las técnicas epidurales no se perforan las meninges, mientras que en las técnicas intradurales sí se traspasa la duramadre (la meninge más externa) y se alcanza el espacio subaracnoideo (que está justo por debajo de la duramadre) y, como hemos dicho antes, donde se encuentra el líquido cefalorraquídeo.

Quién indica y pone la anestesia epidural?

La indicación y realización de la anestesia epidural la realizan los médicos especialistas en anestesiología (Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del dolor). Corresponde a los médicos de esta especialidad seleccionar los pacientes, valorar los riesgos, beneficios y su estado de salud.

Normalmente, antes de las intervenciones quirúrgicas, hay un valoración conjunta entre anestesiología y equipo quirúrgico para determinar si un paciente se puede beneficiar o no de la realización de una anestesia epidural y la colocación de un catéter para el control del dolor.

Indicaciones. ¿Para qué se usa?

Actualmente las técnicas epidurales tienen una amplia utilidad.

Se puede usar como técnica anestésica para intervenciones quirúrgicas de la parte inferior del abdomen y las extremidades inferiores.

También es supremamente útil para suministrar analgesia en todo tipo de procesos dolorosos, desde el postoperatorio de cirugías que van desde el tórax hasta la extremidades inferiores.

Actualmente, es la técnica más efectiva para aliviar el dolor que se produce durante el trabajo de parto.

Contraindicaciones.

A grandes rasgos, las razones por las que no se indica la realización de una una anestesia/analgesia epidural son:

  • Denegación del consentimiento o rechazo de la técnica por parte del paciente.
  • Coagulopatía o alteraciones de la coagulación, ya que aumenta el riesgo de presentar hematomas en los puntos de punción o de inserción del catéter epidural.
  • Infecciones sistémicas activas, por el riesgo de diseminación sanguínea de los gérmenes y con ello la posibilidad de infecciones del sistema nervioso central como meningitis y encefalitis.
  • Infección en el sitio de punción.
  • Hipovolemia grave (disminución grave del volumen sanguíneo por cualquier causa, ya sean sangrados o deshidrataciones severas).
  • Aumento de la presión intracraneana (PIC).
  • Estenosis grave de las válvulas aórtica y/o mitral.

Contraindicaciones relativas.

En las que los médicos valorarán los potenciales riesgo y beneficios de realizar o no la técnica:

  • Falta de colaboración por parte del paciente.
  • Antecedentes de enfermedades neurológicas como enfermedades desmielinizantes. Esto también se valoraría entre las diferentes especialidades.
  • Deformidades graves en la columna.

Requisitos para ponérsela.

Antes de realizar el procedimiento se verifica que haya unas condiciones adecuadas de higiene en el lugar en el que se va a realizar. La técnica se puede realizar en un quirófano o en la habitación de la paciente, pero siempre cumpliendo estrictas condiciones de asepsia y antisepsia.

Debe haber un consentimiento por parte de la paciente, para su realización.

Se requiere una analítica reciente en la que se incluye, como mínimo, un hemograma completo, con conteo de plaquetas y un estudio de coagulación.

El lugar de realización debe contar con las suficientes medidas de vigilancia tanto de dispositivos como de personal para detectar rápidamente la aparición de efectos secundarios y/o complicaciones y tratarlas rápidamente.

¿Cuánto dura la anestesia epidural?

Se puede prolongar por todo el tiempo que se desee.

Su duración dependerá de los medicamentos que se hayan administrado, su dosis y de si se ha puesto o no un catéter en el espacio epidural.

Para el tratamiento del dolor postquirúrgico o del trabajo de parto, se inserta un catéter muy delgado en el espacio epidural que está perforado en la punta, se fija a la espalda y a través de él se administran los anestésicos y analgésicos necesarios para que la analgesia se prolongue por el tiempo deseado.

A través de un catéter epidural se puede brindar analgesia de excelente calidad incluso durante días.

En casos especiales no relacionados con el trabajo de parto, debido a las necesidades de los pacientes, es necesario retirar el catéter y poner otro (tras varios días de uso).

Riesgos y complicaciones de la anestesia epidural.

Aunque la técnica de anestesia epidural es muy segura y se usa diariamente en miles de personas en todo el mundo, sobre todo para la analgesia del trabajo de parto, es una técnica que puede tener complicaciones.

Las complicaciones pueden ser desde leves molestias (las más comunes) y efectos fisiológicos excesivos (también muy comunes y por eso requieren realizarse en un ambiente controlado), hasta efectos más graves incluyendo las reacciones adversas y alérgicas a los medicamentos o complicaciones derivadas de la administración intravenosa de los anestésicos locales.

Respecto a las complicaciones damos amplia información la entrada que tenemos dedicada solo a este apartado.

Epidural para el trabajo de parto. ¿Ponérsela o no ponérsela?

Como hemos mencionado antes, la primera contraindicación para la colocación de un catéter epidural es la denegación del consentimiento. Así que, es una decisión que depende exclusivamente de la futura madre.

Como paciente, puedes hablar con tu médico sobre las ventajas y desventajas en tu caso particular y tomar una decisión bien informada.

Desventajas de la epidural.

Algunas de las desventajas que puede tener la inserción de un catéter epidural para el trabajo de parto son las siguientes:

  • No se puede poner en el 100% de los casos. Hay razones médicas que contraindican su uso.
  • La necesidad de monitorización aumenta. Es necesario controlar más estrechamente la presión arterial, la frecuencia cardiaca y la saturación de oxígeno en la madre y la frecuencia cardiaca en el feto.
  • Aunque en algunos hospitales se realizan partos naturales, con mínima invasividad y sin canalización de vías venosas, para poner un catéter epidural es imprescindible la colocación de una vía venosa periférica que permita la administración de líquidos endovenosos (sueros) y los fármacos que se puedan llegar a requerir.
  • No poder caminar es una de las desventajas que encuentran muchas madres, aunque hay hospitales en los que se tienen protocolos bien establecidos para poder realizar una “walking epidural” y con esta técnica se puede intentar caminar durante el trabajo de parto, aunque no siempre que se intenta su realización es posible andar.
  • Se suele perder la sensibilidad para notar la distensión vesical y la capacidad de controlar a voluntad el momento de realizar la diuresis (orinar), por lo que, se requerirá la realización de sondajes vesicales intermitentes para vaciar la vejiga. Estos sondajes los suele realizar el equipo de enfermería o las matronas.
  • En muchos casos de cesáreas emergentes (diferente a las urgentes), a pesar de tener el catéter epidural, el procedimiento se debe realizar tan rápido, que no da tiempo de esperar el efecto de los anestésicos administrados por el catéter epidural y a pesar de tener la epidural se debe realizar una anestesia general con intubación y conexión a ventilación mecánica (ventilación artificial temporalmente).
  • Efectos en la duración del trabajo de parto y el expulsivo. Actualmente existe controversia respecto a este tema. Una vez bien establecido el trabajo de parto, la analgesia epidural no impide ni detiene las contracciones uterinas normales. En algunos casos las contracciones pueden disminuir tras los primeros minutos después de su colocación pero estas reanudarán su ritmo natural.
  • Es posible que se prolongue la segunda fase del trabajo de parto, es decir el expulsivo, cuando el cérvix está completamente dilatado y es hora de empujar para que nazca el bebé.

Ventajas del parto con epidural.

En la gran mayoría de los casos es una técnica muy efectiva para aliviar el dolor, su colocación y uso continuado a través de todo el trabajo de parto es muy segura y los efectos secundarios suelen ser leves, pasajeros o fácilmente tratables.

  • Los beneficios que obtendrás de ponerte un catéter epidural son el alivio del dolor. En el caso del trabajo de parto, se puede obtener un alivio completo del dolor que producen las contracciones. Hasta ahora no se ha demostrado que el dolor del trabajo de parto y del parto tenga algún beneficio para la madre o el feto.
  • En los casos en los que el trabajo de parto se prolongue por cualquier razón la madre podrá descansar, dormir y recuperar fuerzas.
  • En algunos casos especiales puede ayudar a controlar el aumento de la presión arterial (PA) que se tiene en algunas enfermedades relacionadas con la gestación.
  • A pesar del importante alivio del dolor, generalmente se puede colaborar de forma adecuada y realizar el esfuerzo necesario para lograr tener el bebé (fase de expulsivo).
  • Si se realiza una cesárea, la anestesia para la cirugía se puede administrar a través del catéter epidural, simplemente usando otros fármacos o aumentando las dosis de los que se han estado usando.
  • Estando despierta, y si los protocolos del hospital lo permiten, la pareja o acompañante de la madre podría estar presente durante el procedimiento.

El hecho de tener una epidural no cambia las probabilidades de que el parto finalice con una cesárea o no.

Para concluir, la anestesia epidural es, hasta ahora, la técnica más efectiva para aliviar el dolor intenso por diferentes causas, incluyendo el dolor de las contracciones del trabajo de parto. Es una técnica muy segura y cada vez más utilizada en todos los países del mundo en los que se puede contar con este recurso.