¿Tienes un tatuaje en la espalda y te preocupa si te podrán poner la epidural para el parto, para una cirugía o para un procedimiento en la unidad del dolor?
Sigue leyendo y responderemos a todos tus interrogantes. No importa si tienes un tatuaje en la zona lumbar, torácica o cervical.
Controversia de la anestesia epidural con tatuaje
La anestesia epidural y los tatuajes han sufrido gran controversia a lo largo de los años, planteando dudas sobre si se puede poner este tipo de anestesia teniendo un tatuaje en la zona en la que se debe poner la anestesia o realizar la punción con la aguja, si es posible poner un catéter epidural o si se puede realizar una anestesia intradural teniendo un tatuaje en la zona lumbar.
Riesgos de la epidural si tengo un tatuaje en la espalda
Los riesgos en cuanto a la colocación de la anestesia epidural en zonas con tatuajes se debe al desconocimiento de los posibles efectos que pueda tener, sobre las células nerviosas o en el sistema nervioso central, el contacto de los pigmentos usados para tatuar.
Se teoriza acerca de la posibilidad de que la tinta puede ocasionar complicaciones al ser atrapada por la aguja y desplazada a los tejidos nerviosos más profundos, tener contacto con estas células nerviosas (neuronas) y los nervios (sus axones) y producir complicaciones neurológicas tardías relacionadas con respuestas inflamatorias o formación de granulomas en respuesta a esos pigmentos introducidos en dichos espacios.
Estas estructuras se encuentran más profundas y no en la dermis, que es la capa en la que se aloja la tinta usada para los tatuajes.
No obstante, esto no significa que no sea posible aplicar la epidural en zonas tatuadas. De hecho, es posible que se utilice un punto blanco entre el tatuaje, encima o por debajo, para que la aplicación de la anestesia sea completamente segura.
En algunas circunstancias, cuando el tatuaje tiene una gran magnitud, el anestesista podría hacer una pequeña incisión con un bisturí. De esta manera la aplicación de la inyección es más segura.
¿Es peligroso colocarse la epidural si tengo un tatuaje?
A muchas personas les preocupan la epidural y los tatuajes, lo que es natural ya que, se trata de un procedimiento en el que la aguja atraviesa la piel y puede arrastrar pigmentos hacia una zona delicada (el espacio epidural o hacia el espacio intradural y su líquido cefalorraquídeo), provocando complicaciones (teóricas) por irritación química de los pigmentos sobre las células nerviosas o los nervios.
Algunas veces los anestesistas optan por no realizar este tipo de técnica.
No obstante, nada de esto se acerca a la realidad. Existen publicaciones médicas como en la International Journal of Obstetrics Anesthesia, la Revista Española de anestesiología y Reanimación o la Academia Española de Dermatología y Venereología entre muchas otras, en las que se desmiente la creencia de que la epidural y los tatuajes no pueden ser compatibles y significan un riesgo. Pero, es importante que se considere que los restos de la tinta que pueden acumularse en la aguja pueden alterar el sistema nervioso central y aunque esto sea poco probable se toman la medidas de seguridad necesarias.
En resumen, no hay por qué contraindicar la epidural en la espalda tatuada.
¿Dónde colocan la epidural si tengo un tatuaje?
Con la ayuda de la anestesia epidural es posible interrumpir las impulsos nerviosos que transmiten el dolor y se suele poner en la región lumbar (zona baja de la espalda), aunque en realidad la punción para administrar analgesia epidural se puede poner a cualquier altura desde el cuello hasta la región lumbar.
Debes tener en cuenta que la anestesia EPIdural y la anestesia INTRAdural son técnicas diferentes aunque muchas veces el público general confunda estas técnicas. La anestesia intradural o raquídea solo se puede administrar en la región lumbar.
Para leer más sobre cómo se pone la anestesia epidural sigue el enlace.
La anestesia epidural no se pone en unos espacios vertebrales en concreto, su posición dependerá más de la región del cuerpo sobre la que se desea obtener el efecto buscado, que normalmente es la disminución del dolor.
Dependiendo de la ubicación del tatuaje, la punción para la epidural se puede realizar por encima o por debajo de los espacios intervertebrales que se vean afectados por la extensión del tatuaje.
Por otro lado, si tienes un tatuaje de gran tamaño o demasiado alargado, que llegue a recorrer toda o la mayor parte de la columna vertebral, el especialista en anestesiología deberá realizar la punción en espacios que estén libres de tatuaje para poder usar la aguja especial sin que exista riesgo de introducir los pigmentos en el espacio epidural o en el líquido cefalorraquídeo.
Existen circunstancias en las que el tatuaje es demasiado grande y no existen espacios libres de tinta o pigmento para poder inyectar la anestesia, por lo que el médico o médica anestesiólogo deberá realizar una incisión en la piel para evitar la zona pigmentada e iniciar la técnica desde un punto más profundo en la piel, en la que ya no hayan células con pigmento.
Tatuajes en la espalda y epidural. ¿Cuándo se evitan?
Los tatuajes en la espalda no afectan la posibilidad de solicitar analgesia epidural, ni contraindica su uso, sin embargo, existen excepciones donde el anestesista o analgesia epidural bien podría no indicarse como cuando:
- El tatuaje esta elevado o escamoso.
- Supura líquido, tiene colocación rojiza o esta hinchado
- Es reciente y la piel afecta se encuentra en proceso de cicatrización
Todos estos signos pueden ser indicativos de un proceso inflamatorio en la zona y bajo dichas circunstancias con tatuaje o sin tatuaje, se evita realizar cualquier tipo de punciones.
Sí se puede poner la epidural con un tatuaje, porque es tu decisión solicitarla o no durante el trabajo de parto, pero el anestesiólogo a cargo de la situación deberá colocar la inyección en una zona libre de tinta.
¿Por qué no se puede poner la epidural con un tatuaje?
El problema que pueda implicar la realización de la técnica en una zona con piel tatuada es la posibilidad de arrastrar pigmentos potencialmente irritantes para las meninges y las células nerviosas.
Pero en realidad la epidural sí se puede poner aunque se tenga un tatuaje. Como hemos explicado antes, se debe ser más cuidadoso sobre el punto exacto de la punción y si no hay espacios libres, se procedería a realizar una pequeña incisión antes de introducir la aguja.
Lo que se evita es poner la epidural sobre el tatuaje.
Epidural y tatuaje lumbar
Todo lo explicado hasta ahora aplica para los tatuajes ubicados en cualquier zona de la espalda, incluida la zona lumbar. Los tatuajes lumbares no impiden la realización de la analgesia epidural para ningún tipo de procedimiento, ya sea para aliviar el dolor del trabajo de parto o el dolor postoperatorio de una cirugía mayor.
Epidural y tatuajes en la nuca
Algunos procedimientos de la unidad del dolor implican la realización de una técnica de administración de medicamentos por vía epidural en la región cervical (en la nuca) y en estos casos aplican los mismo razonamientos y explicaciones ya planteadas más arriba. La técnica no está contraindicada, simplemente debería adaptase.
En conclusión: Se puede poner epidural con tatuaje
Aunque todo procedimiento médico implica algunos riesgos, el tener un tatuaje en la espalda no debería significar ningún inconveniente importante más allá de la necesidad de elegir muy bien el espacio libre de tinta, de realizar una técnica alternatica (llamada abordaje paramedial) o de realizar un pequeño corte en la piel antes de insertar la aguja.
Estos riesgos no son mayores que los que conlleva una punción estándar, en la que el paciente o la mujer embarazada deba permanecer quieta durante algunos minutos.
Tener un tatuaje en la espalda no debería implicar un motivo mayor de preocupación para ningún paciente, si tienes un tatuaje en la espalda te pueden poner la epidural. Es una técnica que se puede realizar aunque tengas un tatuaje en la columna.